La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en nuestra confidente inseparable: nos sugiere qué series ver, dónde viajar, qué comer, cómo organizar nuestro día a día, cómo ligar o incluso te hace de psicólogo en algunos casos.
Pero la IA no es tan «honesta» como crees, te miente más que un vendedor de coches usados, jaja.
Y es que bueno, ha sido creada y educada por humanos, ¿qué esperabas?
Estas mentiras que te suelta cada dos por tres, tienen un nombre y una razón de ser, ¡vamos a profundizar!
¿Cómo funciona y por qué la IA Miente?
Primero, aclaremos algo: la IA no tiene conciencia ni un interés perverso en engañarte. Sin embargo, su diseño y funcionamiento pueden llevarla a generar información falsa o inexacta. Este fenómeno se conoce como «alucinaciones de IA».
Estas alucinaciones ocurren cuando un modelo de lenguaje percibe patrones inexistentes, creando resultados sin sentido o completamente erróneos, o también, dando falsas esperanzas como lo haría cualquier persona. Ejemplos de ello son respuestas como: “…en unas horas tendrás ese archivo que me pides preparado y listo…,” “voy a recopilar la mejor información y darte un paquete con distintos archivos disponibles para que los uses…”
La IA no tiene noción del tiempo real ni de tus expectativas humanas. Su «gestión del tiempo» está programada para sonar “tranquilizadora”, aunque esté inventando plazos más que cumpliéndolos.
Uno de los grandes mitos que alimentan nuestra fascinación por la IA es que «trabaja sin descanso». Técnicamente sí. Pero ¡cuidado! cuando le pides algo más complejo que una receta de hummus, te dice cosas como:
- “Esto puede tardar unos minutos…” (spoiler: 0.7 segundos después ya lo tiene, o se cuelga).
- “Procesando… este proceso puede llevar un tiempo considerable” (la típica excusa de «me estoy haciendo el interesante»).
- “La tarea requiere múltiples pasos y análisis en profundidad” (traducción: me estoy inventando cómo hacer esto sobre la marcha).
Paradójicamente, cuando más ambiciosa es la tarea que le pedimos, más formal y condescendiente se pone la tIA. Entonces simula que está haciendo una gran labor. Tú te lo crees y esperas emocionada/o a que te dé todo lo que te ella, por sí sola, ha prometido darte. Y, no, eso no llega.
Y todo esto hablando de tiempos y proyectos acabados que te ofrece y que nunca llegan.
Por otro lado, creemos que, porque tenga acceso a miles de millones de datos, sus respuestas implican calidad y exactitud… y a veces te entrega un texto lleno de errores de datos básicos que comprobar, porque te mete fechas falsas, nombres, conceptos que no se corresponden con la realidad… o te genera contenido técnicamente correcto pero completamente inútil.
¿Entonces qué hago, no uso la IA por mentirosa?
La Inteligencia Artificial es brillante, sí. Puede ayudarte a hacer tareas asombrosas, procesar información, generar ideas… pero debes aprender a trabajar con ella, entrenarla, y no aceptar pulpo como animal de compañía en cada respuesta que le pidas.
Se trata de una herramienta, más bien de tu gran discípulo ilustre. Si le das buenas enseñanzas, datos, consejos, hábitos y haces que aprenda rápido, será tu mano derecha y te regalará mucho tiempo, ideas y miles de facilidades para agilizar tu vida profesional y hacerla más rentable. Pero es esencial mantener una actitud crítica y no aceptar sus respuestas como verdades absolutas.
La verdad es que aprender y que aprenda con nosotros, es algo que entusiasma, a la vez que aterra, démosle un buen uso.